Poesía, ni más ni menos.
Este libro cayó en mis manos, hace unos días, curioseando por las librerías. Hay libros que me llaman por la portada, otros me atraen porque conozco o desconozco el autor. Muchos otros por el título. Eso es lo que llamó la atención de este libro. El título. Ya he comentado y no me cansaré de repetirlo que mi cultura no es amplia, y que mi conocimiento de la literatura, tampoco. Leo desde hace mucho tiempo, si, pero un poco salto de mata. Ahora esto, ahora aquello. Así voy aprendiendo. Desconocía a la autora, Carmen Borja, pero reconozco, tras la lectura de este libro suyo, que me ha gustado, y para bien.
Es un libro de poesía, como he dicho al principio. Y no me creo yo facultado para disertar sobre esto. Pero os cuento; Desde hace mucho, casi desde el principio de sentirme atrapado por las palabras, mi gusto por leer poemas, ha crecido. No comprendo, en el sentido intelectual del termino, de donde vienen y a donde van esos versos que leo. No podría haceros un comentario de texto explicando de que van. Pero tampoco lo intento. Cuando abro un libro de poemas, lo que busco al leer esas palabras, es que sensaciones, que gustos, que recuerdos, que imágenes, traen esas palabras a mi vida. Y que música hay encerradas en esas lineas. Eso es para mí la poesía. No se para los demás, pero así es para mí. Un poco como con las mujeres, si me permitís la comparación. No es tanto saber de donde viene ni hacia donde van, como el placer de disfrutarlas y perderse en su partitura particular. Tal cual y no pretendo más. También os cuento, que cuando se trata de poemas, a una lectura, sigue una segunda, y una tercera, a veces, hasta que las palabras llegan al poso donde deben llegar. Si no superan la primera, mejor lo aparco para otro momento. No es fácil leer poesía, al menos para mí, me exige más esfuerzo, mas clama a mi alrededor y más atención. Pero la recompensa es grande y grata. Por eso me gusta.
Estas palabras me han atrapado. A veces pueden sonar, secas y ásperas, inconexas otras, pero tras cada poema, hay un sonido y una música. Y cada palabra me ha evocado muchas cosas, me ha recordado otras tantas y he sentido cosas. Esos es lo mejor que puedo contaros. Me ha dejado con ganas de leer más de la autora. Es también lo cuento. Y como muestra, unos versos:
"Como el cielo infinito. Como el cielo nocturno.
Vasto como el perdón y la llanura
y el poder del amor que se desborda."
Buena lectura y dulces sueños.
Este libro cayó en mis manos, hace unos días, curioseando por las librerías. Hay libros que me llaman por la portada, otros me atraen porque conozco o desconozco el autor. Muchos otros por el título. Eso es lo que llamó la atención de este libro. El título. Ya he comentado y no me cansaré de repetirlo que mi cultura no es amplia, y que mi conocimiento de la literatura, tampoco. Leo desde hace mucho tiempo, si, pero un poco salto de mata. Ahora esto, ahora aquello. Así voy aprendiendo. Desconocía a la autora, Carmen Borja, pero reconozco, tras la lectura de este libro suyo, que me ha gustado, y para bien.
Es un libro de poesía, como he dicho al principio. Y no me creo yo facultado para disertar sobre esto. Pero os cuento; Desde hace mucho, casi desde el principio de sentirme atrapado por las palabras, mi gusto por leer poemas, ha crecido. No comprendo, en el sentido intelectual del termino, de donde vienen y a donde van esos versos que leo. No podría haceros un comentario de texto explicando de que van. Pero tampoco lo intento. Cuando abro un libro de poemas, lo que busco al leer esas palabras, es que sensaciones, que gustos, que recuerdos, que imágenes, traen esas palabras a mi vida. Y que música hay encerradas en esas lineas. Eso es para mí la poesía. No se para los demás, pero así es para mí. Un poco como con las mujeres, si me permitís la comparación. No es tanto saber de donde viene ni hacia donde van, como el placer de disfrutarlas y perderse en su partitura particular. Tal cual y no pretendo más. También os cuento, que cuando se trata de poemas, a una lectura, sigue una segunda, y una tercera, a veces, hasta que las palabras llegan al poso donde deben llegar. Si no superan la primera, mejor lo aparco para otro momento. No es fácil leer poesía, al menos para mí, me exige más esfuerzo, mas clama a mi alrededor y más atención. Pero la recompensa es grande y grata. Por eso me gusta.
Estas palabras me han atrapado. A veces pueden sonar, secas y ásperas, inconexas otras, pero tras cada poema, hay un sonido y una música. Y cada palabra me ha evocado muchas cosas, me ha recordado otras tantas y he sentido cosas. Esos es lo mejor que puedo contaros. Me ha dejado con ganas de leer más de la autora. Es también lo cuento. Y como muestra, unos versos:
"Como el cielo infinito. Como el cielo nocturno.
Vasto como el perdón y la llanura
y el poder del amor que se desborda."
Buena lectura y dulces sueños.
2 comentarios:
También desconozco a esta autora, gracias por desvelarnosla con tanta admiración.
Saludos.
¡escribe!!
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